La gamificación consiste en el uso de técnicas, elementos y dinámicas propias de los juegos y el ocio en actividades no recreativas con el fin de potenciar la motivación, así como de reforzar la conducta para solucionar un problema u obtener un objetivo.
Mediante la inclusión de acciones similares a las de los juegos pretendemos lograr, en el sector educativo, que los contenidos sean asimilados de un modo más sencillo y divertido evitando de este modo la predisposición de determinados alumnos al aburrimiento.
No deja de ser un método de enseñanza basado en el entretenimiento y la motivación que por regla general establecen los juegos. El entorno digital, con su gran crecimiento, ha impulsado estos últimos años este tipo de formación.
El empleo de juegos en los Centros Educativos ha demostrado en muchos casos su éxito ya que se basa en un sistema de recompensas y premios inmediatos a medida que se va avanzando y logrando resultados. Este sistema heredado de los videojuegos funciona pero siempre sabiendo el objetivo que queremos lograr y cómo lo queremos conseguir. Evidentemente, según los alumnos van siendo mayores estos deben ser más complejos de tal modo que se adecuen a su nivel de maduración, es decir que a mayor edad mayor exigencia.
La Gamificación en la educación tiene como carácter principal la motivación. Para alumnos con dificultades para empatizar esta puede ser una de las mejores herramientas con las que trabajar porque es más sencillo lograr una buena empatía con este tipo de alumnos. En el fondo, y bien aplicada, la técnica de la gamificación busca enseñar lo mismo pero aprendiéndolo de otro modo. Esto no quiere decir que sea la panacea sino tan solo que es otra forma de enseñar y que podemos recurrir a ella cuando pueda ser útil.
Existen materias que por su propia naturaleza son más difíciles de hacer llegar a los alumnos y para ello los docentes se pueden apoyar en diferentes herramientas como puede ser el empleo de películas o documentales que lo expliquen, programas informáticos, o incluso la técnica sobre la que estamos hablando: la gamificación. Obtener recompensas según se van adquiriendo conocimientos, como pueden ser “puntos” o “vidas”, por ejemplo, motiva de tal modo que el alumno si lo supera va a querer seguir, y en caso de no lograrlo se va a sentir impulsado a intentarlo una y otra vez hasta conseguirlo.
En ningún caso queremos indicar que la gamificación es la solución ideal para lograr la motivación y la implicación de los alumnos, sino que es una opción más, que está presente, y que podemos contar con ella cuando lo veamos conveniente.
Consideramos que cada tutor debe conocer todas las tendencias y herramientas para valerse de unas u otras en función de cada situación.