Este plan digital familiar es una herramienta gratuita, a la que cualquier persona puede acceder y cuyo objetivo final es obtener una hoja de ruta para disminuir los riesgos del mal uso de la tecnología en la familia. “Para el pediatra es una herramienta que puede recomendar en la consulta como información de educación para la salud. El plan es personalizable al permitir elegir o añadir límites.
La idea surge por la inquietud mostrada por parte de los pediatras al comprobar en las consultas la preocupación de los padres y el aumento de los problemas relacionados con el mal uso de la tecnología que tiene impacto sobre la salud, según explica Salmerón. Hoy en día, agrega, “los padres se sienten abrumados y perdidos, no saben por dónde empezar ni cómo y, en muchas ocasiones, la información que se obtiene es confusa o incluso contradictoria”.
La AEP se plantea como objetivo formar a los pediatras sobre el empleo del plan en las consultas y cómo acompañar a las familias en su elaboración y en la revisión de los objetivos. Desde su presentación, alrededor de 3.000 familias han accedido y seleccionado propuestas. “La edad que más preocupa a los padres es la adolescencia”, asegura Salmerón.
Conocer cuándo es el momento apropiado de introducir a los más pequeños en las nuevas tecnologías se presenta como una labor ardua, teniendo en cuenta también que “algunos estudios señalan que el uso de estos dispositivos puede conllevar beneficios, como el desarrollo de algunas capacidades cognitivas gracias, por ejemplo, al uso de videojuegos de acción. E, incluso, la memoria visoespacial, la atención selectiva o la velocidad de procesamiento se pueden ver incrementadas por este tipo de juegos”, explica Jordán. Sin embargo, su utilización también puede repercutir de forma negativa en otras capacidades, como la atención sostenida que requiere seguir una clase o la lectura de un libro. “Aquí, además del momento de introducción, es importante la cantidad de uso y, aunque no hay una regla exacta, van apareciendo pistas a seguir, como lo planteado por Tisseron. Los consejos incluidos por la OMS también son importantes, pues no se trata sólo de acertar con el momento de la introducción de las tecnologías, sino limitar su uso y fomentar la práctica del deporte y de la socialización cara a cara”, afirma por su parte el psicólogo Carlos M. Jordán.
El mundo digital ha venido para quedarse. “Por eso, los adultos debemos ser un modelo adecuado. El niño se queda con poco de lo que decimos y con todo lo que hacemos. Es necesario el esfuerzo y la concienciación de toda la sociedad: familias, centros educativos, pediatras, legisladores... y plantearse como objetivo la protección de la infancia y adolescencia en la salud digital”, sostiene Salmerón.