Como ya sabemos muchos papás trabajan en agosto pero las escuelas infantiles comienzan a abrir por lo que el cuidado de los peques empieza a no suponer un problema para ellos.
El problema real lo tienen las propias escuelas que piden al gobierno junto al resto de patronales y sindicatos una prolongación del “abono de la subvención por cierre también durante agosto para evitar la quiebra de numerosos centros antes del mes de septiembre”.
También se pide a la Consejería de Educación que se tenga en cuenta a los centros educativos de 0-3 años a la hora de conceder ayudas de cara a la puesta en marcha de algunas medidas higiénico-sanitarias necesarias con la esperada llegada a las aulas del mes de Septiembre.
Las escuelas no solo deben hacer frente al pago de los sueldos de sus trabajadores sino que tienen gastos de mantenimiento, reformas o imprevistos, suministros, etc.. que suponen una carga difícil de sobrellevar con una cantidad de menos de 200 euros al mes por alumno en la escuelita, pero si esa cifra se desvanece, es decir no se recibe el pago de los alumnos, nos veríamos en una situación muy preocupante de cara al mantenimiento de numerosas escuelas antes del mes de septiembre.
Por último, todas las reuniones que se han llevado a cabo tras la pandemia con motivo de evitar el cierre de los centros han sido bien recibidas por el gobierno pero se reclaman los 600 millones de euros que se han destinado al mantenimiento en el resto de etapas educativas.