Ambientech y Unilever han presentado el itinerario educativo “STOP al desperdicio alimentario”. Se trata de una iniciativa dirigida tanto a centros de Educación Secundaria como a público en general, que cuenta con numerosas animaciones y actividades gamificadas para que los jóvenes tomen conciencia de la necesidad de no desperdiciar los alimentos y minimizar la comida que diariamente se tira a la basura.
“STOP al desperdicio alimentario” tiene como objetivo que los jóvenes conozcan todas las etapas de la cadena alimentaria, cómo influye cada una de ellas en el desperdicio alimentario y cuáles son las acciones que podemos hacer para minimizar al máximo la pérdida de alimentos.
Este itinerario, expresamente diseñado para alumnos de Secundaria, estará disponible en acceso libre para los centros que quieran profundizar en la reducción del desperdicio de alimentos, uno de los retos incluido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, concretamente al ODS12 relacionado con el consumo responsable. Sólo con el desperdicio alimentario que se genera en Europa y Estados Unidos se podría alimentar a un 25% de la población que pasa hambre en el mundo
Tal y como indican desde esta plataforma se piensa que el desperdicio alimentario se produce en el momento en que dejamos algo de alimento en el plato de nuestra cocina, pero lo cierto es que el desperdicio se produce a lo largo de todas las etapas de la cadena alimentaria.
Por poner un ejemplo, en el momento de la recogida de los alimentos del campo en ocasiones se renuncia a las unidades que presentan aspecto o presencia diferente a lo esperado cuando a nivel alimentario son completamente válidos. De hecho, si llegan a las estanterías del comercio y presentan algún cambio estético como un color algo diferente puede que no se consideren aptos para la venta y se retiran convirtiéndose automáticamente en desperdicio.
Para ubicar lo que se desaprovecha podemos indicar algunas cifras que nos hacen valorar la importancia del tema que estamos tratando: se estima que, aproximadamente, el 33% de la comida que se produce en el mundo se desperdicia. Esto supone 1300 millones de toneladas de alimentos. Esta comida desperdiciada podría alimentar a 800 millones de personas y acabar, prácticamente, con el hambre en el mundo.
Para más Información: Ambientech
