El texto establece la gratuidad del segundo ciclo y su progresiva extensión al primero, priorizando el acceso del alumnado en riesgo de pobreza y exclusión social. A partir de estas enseñanzas mínimas, las administraciones educativas de las comunidades autónomas, en el ejercicio de sus competencias, establecerán el currículo de Educación Infantil.
Los nuevos currículos derivados de la Ley de Educación aprobada a finales de 2020 empezarán a implantarse el curso que viene
El Consejo de Ministros ha aprobado, a propuesta del Ministerio de Educación y Formación Profesional, el Real Decreto por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil, que por primera vez regula y dota de carácter educativo al primer ciclo de 0 a 3 años.
Dar carácter educativo a toda la Educación Infantil contribuye a reducir el abandono escolar temprano y el riesgo de pobreza y exclusión, mejora los resultados educativos y es un importante factor de equidad. Además, se asegura la coherencia y continuidad entre ciclos y una misma conformación en todo el territorio.
La finalidad de esta etapa, tal y como señala el Real Decreto, es contribuir al desarrollo físico, afectivo y social de los niños y las niñas, a su desarrollo cognitivo y artístico, y a la educación para la convivencia.
Para ello, el texto define los objetivos, fines, principios generales y pedagógicos y competencias clave para Educación Infantil, así como las competencias específicas, criterios de evaluación y saberes básicos de cada una de las tres áreas en las que se organizan estas enseñanzas (crecimiento en armonía; descubrimiento y exploración del entorno; y comunicación y representación de la realidad).
El decreto indica que esta etapa deberá contribuir a que los menores adquieran “autonomía personal y elaboren una imagen de sí mismos positiva, equilibrada e igualitaria, libre de estereotipos sexistas o discriminatorios”, además de aprender el movimiento, la comunicación, el lenguaje, “las pautas elementales de convivencia y relación social” y el “descubrimiento del entorno” y de los “seres vivos que en él conviven”.
Con el fin de extender el acceso a la escolarización en esta etapa, el borrador establece la gratuidad del segundo ciclo (3-6 años) y su progresiva extensión al primero, priorizando el acceso del alumnado en situación de riesgo de pobreza y exclusión social. Además, se garantiza la atención y detección precoz que las desigualdades de diversos orígenes tienen sobre el aprendizaje para establecer los refuerzos y el apoyo educativo que cada alumno necesite.
A partir de estas enseñanzas mínimas, las administraciones educativas de las comunidades autónomas, en el ejercicio de sus competencias, establecerán el currículo de la Educación Infantil y el profesorado será quien adapte y contextualice estas enseñanzas a los niños y niñas que conforman el grupo. El currículo de Infantil empezará a implantarse en el curso 2022-2023.